Cerebro de Envejecimiento Saludable


A medida que envejecemos, la mayoría de nosotros empezamos a notar cambios en nuestro pensamiento y en nuestra capacidad para aprender y procesar información, en comparación con cuando éramos más jóvenes. Una pregunta surge todo el tiempo: ¿es esto normal o es demencia?

El Instituto Nacional de Salud / Instituto Nacional sobre el Envejecimiento aborda este tema en "El cerebro cambiante en el envejecimiento saludable". He aquí un extracto:

 

“¿Qué efectos tiene el envejecimiento sobre la función mental de las personas mayores sanas? Algunas personas pueden notar una pequeña disminución en su capacidad para aprender cosas nuevas y recuperar información, como recordar nombres. Pueden desempeñarse peor en tareas complejas de atención, aprendizaje y memoria que una persona más joven. Sin embargo, si se les da suficiente tiempo para realizar la tarea, las puntuaciones de las personas sanas de entre 70 y 80 años suelen ser similares a las de los adultos jóvenes. De hecho, a medida que envejecen, los adultos suelen mejorar en otras áreas cognitivas, como el vocabulario y otras formas de conocimiento verbal.

 

También parece que se pueden activar regiones cerebrales adicionales en adultos mayores durante tareas cognitivas, como realizar una prueba de memoria. Los investigadores no comprenden completamente por qué sucede esto, pero una idea es que el cerebro activa mecanismos para compensar las dificultades que pueden tener ciertas regiones. Por ejemplo, el cerebro puede reclutar redes cerebrales alternativas para realizar una tarea. Estos hallazgos han llevado a muchos científicos a creer que las disminuciones importantes de las capacidades mentales no son inevitables a medida que las personas envejecen. La creciente evidencia de las capacidades adaptativas (lo que los científicos llaman “plásticos”) del cerebro anciano brinda esperanza de que las personas puedan hacer cosas para mantener una buena función cerebral a medida que envejecen. Una variedad de factores que interactúan, como el estilo de vida, la salud en general, el medio ambiente y la genética también pueden influir ".